viernes, 28 de marzo de 2008

Probamos el nokia E 51


Como siempre estamos cachiruleando, en esta ocasion con el Nokia E 51, de orientación empresarial. Este terminal es una navaja suiza en sentido celular, y es que nos gusta la funcionalidad, adoramos la funcionalidad, amaríamos la funcionalidad si fuese corpórea.

Pero dejemos las obscenidades y entremos en materia. Un terminal GSM de cuatro bandas, con 3G, HDSPA y WiFi. Dispone de Infrarrojos, Bluetooth y cable usb. Con una buena pantalla, equiparable al 6300 o al 6120 comentado hace un tiempo, de gran contraste y suficiente tamaño. Botones de goma en el exterior, mucho mas duros de lo habitual, para evitar pulsaciones accidentales.
Teclas algo pequeñas, aunque con relieves muy usables y fáciles de asimilar. La tecla de borrado, aunque equívoca, resulta muy práctica una vez te acostumbras a su posición, la única pega es que esta demasiado cerca del control direccional. Symbian serie 60 tercera edición, con software pre instalado para usos de archivo y oficina.

Pero dejemos la descripción y características técnicas, que está en cualquier página de la red y vayamos a lo que nos gusta...el toqueteo. Ya lo hemos sobado hasta la extenuación y...que placer señor mío. Desde la caja, que se olvida del formato cuadrado regordete de Nokia por otro más rectangular y práctico, con menos fondo.
La ubicación de los elementos en la caja y el sistema de solapas para ir descubriendo sus extras dan la sensación de que todo ha sido pensado bien. Una vez que lo hemos preparado y montado, el primer inicio se hace eterno, con un aviso de instalación, que se repite cada vez que cambiamos de tarjeta SIM.

La configuración por defecto es óptima en casi todos sus aspectos, por lo que podremos usarlo así sin mas. Para algunos como yo, que ya tenemos manías, el sonido de confirmación del teclado así como algunas pijadas estéticas sobran en todo momento. La disposición del menú, clásica de Nokia, deja constancia de todas formas del carácter de trabajo de este dispositivo.
Detalles tan supérfluos como la ausencia del sonido de disparo en el modo de camara de fotos, por ejemplo, dan cuenta que este móvil no está pensado para destacar, sino para pasar desapercibido.

La tapa trasera de acero inoxidable le confiere una rigidez, delgadez y sentido de resistencia muy adecuados, así como el grosor del propio teléfono, mucho menor de lo que aparenta.
En un primer momento, pensé que nos encontraríamos con un 6120 classic con WiFi, pero después de exhaustivas pruebas declaro que pese a las semejanzas, no tienen nada que ver.

El Nokia E 51 es uno de los pocos teléfonos móviles actuales que me satisface.

- Cuida el uso y duración de su batería, que ofrece casi 20 horas más (reales) que el modelo comparado (3 días de media por carga completa).
- Cuida su formato y comodidad "física", con la resistencia del sistema monobloque sin partes deslizantes y el tamaño mínimo imprescindible. En conectividad no le falta detalle, cualquiera de sus modos nos permite enlazar con otros dispositivos así como Internet.
- Sincroniza directamente con un plug in de la casa con Mac OS, aparte por supuesto con windows a través del data suite (si podemos probaremos al igual con linux).
- Las opciones más habituales están dispuestas en las mejores posiciones del menú, por fin desaparece la carpeta "mis cosas", llamándose ahora instalaciones, de un sólo subnivel.
- Los 4 botones de acceso directo a Correo, Agenda, Calendario e Inicio/Menú son indispensables una vez nos han subyugado.

No quiero decir que este móvil sea insuperable, pero desde luego, si lo que quieres es un buen teléfono, no te lo pierdas. Para fardar o grabar virguerías no te servirá, es demasiado discreto y su cámara dispone de 2 Mp sin flash de ningún tipo, aunque sus imágenes son ligeramente mejores que otros modelos de Nokia con flash, por lo que el software compensa esta cuestión.

A mi me gustan los móviles que sirvan como tales, que den autonomía y funcionalidad, por encima del diseño o las pijadas, de ahí que mi recomendación pase por este terminal. Por cierto, 299 € en la Fnac.

Para seguir haraganeando...

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