sábado, 29 de marzo de 2008

Google domina mi vida

Source: Wikipedia







Google domina mi tiempo, conoce mis gustos, sabe lo que me interesa. Ni yo mismo se quien soy, mientras un gran ordenador allá en las quimbambas dispone de todos mis movimientos, ya sean físicos o psíquicos.
Muchos hemos ido llevando nuestra vida digital hacia una esclavitud digital, maldiciendo a proveedores, ISP´s, servidores y cuantos agentes intervienen en el mágico mundo de poseer nuestra huella electrónica.
Para muchos serán Yahoo o Msn quienes les tengan agarrados por los passwords, en mi caso, vendí mi alma a Google, y como tonto que soy, ademas les doy las gracias y me he acostumbrado a querer esa ventanitas de publicidad intra web.

Ahora os voy a explicar como se puede convertir un ser humano, o lo mas parecido a éste, en un Fausto 2.0.
Todo comienza, como siempre, con un gesto inocente, con una pequeña novedad, una cuenta de correo sin más implicaciones ¿o no?
Entramos en Gmail y vemos ese espacio disponible, esa limpieza de elementos, esa insana necesidad de decir que si, que queremos una cuenta suya, cual grito hippy setentero pidiendo vástagos de ilustres cantantes.
Ya tenemos la llave del poder, la llave que va acompañada del llavero, nombre de usuario, que para siempre nos perseguirá con su coletilla @gmail.com.

Disponemos de un nuevo mundo por explorar, de una renovada tierra media, de un páramo desértico que suplica nuestra interacción. Cientos de megas, gigas desconsolados que solicitan por mil y un recovecos con esas frases de "empieza ahora" o "sube tu contenido".

¡Ay, que débil soy!
No he podido evitarlo, a mi cuenta de correo añadí después la gestión del calendario, mis fotos personales, mis documentos, mis noticias y canales RSS. No había acabado aún, Google aún quería mi historial médico, y no pude negarme, me pidió la tarjeta de crédito en Checkout y confié en el. También prometió ayudarme recordando todo aquello que quería encontrar...dándome un nuevo pozo de búsqueda llamado historial on line.

Ha pasado el tiempo y ya no soy el mismo, ahora es mas fácil encontrarme en la web que a mi mismo. Mi biografía está escrita en decenas de web que incluyen alguno de mis datos, en servidores y páginas que no conozco. La mitad de quienes ya saben de mí nunca se han sentado a mi mesa, no me han visto de forma tangible, pero conocen hasta la última canción que escucho o la película que más me gusta.

Como Fausto, he vendido mi alma a Google, le he cedido toda la administración de mi personalidad, ahora soy un trozo de piel y músculos que antes de contestar que color prefiero o que edad tengo conmino a buscarlo en Google, seguro que mi "gran hermano" lo recuerda mejor que yo.
Te dirá cuando cumplo, cuantos años, donde nací y donde vivo, que me gusta y donde puedes comprarlo y al final, después de bastantes clicks, recibiré un mensaje de AdSense diciendo que ello me ha reportado 0.08$ USA.
Google también me paga, a su manera, por disponer de mi vida a su antojo, por hacerla pública con mi consentimiento inconsciente.

Bueno, he de irme, tengo noticias y correos que leer, que si no Google me reprende aumentado el trabajo pendiente con lemas como "mensajes pendientes +1000". Perdona Google, ya estoy contigo de nuevo :)

Para hurgar en la herida o convertirte en un Zombie...

No hay comentarios: